¡Me enferme! ¿Pierdo el premio? ¿Cobro menos?

Nos enfermamos y lo primero que pensamos es en cuanto nos va a costar faltar al trabajo. Los mas responsables creerán que faltar por estar enfermo no es una opción y los no tan responsables evaluaran cuanto de su sueldo perderán por no asistir a sus tareas. 

La realidad es que, seas muy responsable o no, ir al trabajo enfermo no es una alternativa válida. Por un lado, si nos presentamos en nuestro trabajo con una gripe, un resfrío o cualquier cuadro contagioso, podremos exponer a nuestros compañeros a tal contagio. Por el otro, cuidar nuestra salud desde el primer día en que nos sentimos mal permitirá recuperarnos mejor y mas rápidamente en vez de agravar nuestra situación. 

Pero... ¿y nuestro bolsillo como se va a sentir si faltamos por enfermedad?

La ley nos protege en estas situaciones y podemos contar con las llamadas licencias por enfermedad. Las mismas se pueden tomar incluso en periodos de prueba y la cantidad de días máximo que podemos faltar por una causa así depende de hace cuanto tiempo estamos trabajando con el mismo empleador. Es decir, depende de nuestra antigüedad en el trabajo. 

- Si trabajamos hace menos de cinco años, contamos con hasta 3 meses de licencia máxima.

- Si trabajamos hace cinco o mas años, contamos con 6 meses de licencia máxima. 

- Si tenemos cargas de familia (hijos menores, un familiar a cargo, etc.) los valores se duplican: 6 meses en vez de 3 y un año en vez de 6 meses para cada ejemplo anterior. 

En ningún caso dejaremos de cobrar nuestro sueldo completo, incluso los premios por puntualidad y asistencia. 

Ahora bien, debemos acreditar siempre nuestro estado de salud. Desde el primer día de nuestra ausencia tenemos que comunicarselo a nuestro empleador por cualquier medio (teléfono, fax, e-mail, Telegrama, personalmente o cualquier otro). Si por razones de fuerza mayor no podemos hacerlo en el primer día, al día siguiente que podamos, debemos hacerlo justificando porque no avisamos antes. Nuestro empleador puede enviarnos un medico a domicilio al que debemos aceptar para que nos revise y certifique nuestro estado de salud. Es importante que estemos en nuestro domicilio ya que el medico laboral debe encontrarnos para que no perdamos el día en el trabajo y tengamos la licencia por enfermedad. 

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